LAS GRASAS (PARTE I)
Desde siempre, incluso antes del “boom” que vivimos hoy en día, uno de los principales objetivos de las personas ha sido reducir el tejido adiposo de su organismo. Si bien es cierto que “estéticamente” está más aceptado una persona con un porcentaje graso bajo, ¿Verdaderamente tener grasa es malo? ¿Por qué solo un pequeño porcentaje de usuarios de los centros deportivos consigue realmente reducir tejido adiposo? Estas y otras cuestiones son la que pretendo aclarar en este artículo donde, seguro, habrá más de uno que se quede sorprendido.
¿GRASAS?
Las grasas, o lípidos, son macronutrientes indispensables para la vida de las personas, sirven para regular la temperatura corporal, el transporte de vitaminas (D, E, K y A), la protección de órganos, la regulación hormonal, la salud ósea (ayuda a la fijación del calcio), el transporte de moléculas, la reserva para épocas de restricción calórica (enfermedad,…) o y también es vital para nuestro cerebro. Ya comenzamos a entender que son necesarias, no hace falta leer mucho más. Sin embargo, sigamos para comprender un poco más acerca de ellas con una primera clasificación. Podemos distinguir:
- Grasas saturadas: son aquellas que se mantienen estables a temperatura ambiente o altas temperaturas. Ej. Aceites, fritos, mantecas,…
- Grasa insaturadas: aquellas que se encuentran líquidas a temperatura ambiente. Se subdividen en:
• Monoinsaturadas: las encontramos en aguacates, almendras, nueces de macadamia…
• Poliinsaturadas: destacan los ácidos grasos omega 6 (ej. girasol, soja) y omega 3 (ej. pescados azules). El rango de consumo de estos alimentos debería ser, desde el punto de vista de la salud, 2 de omega 6 por cada 1 de omega 3 (2:1).
¿CÓMO SE ACUMULA LA GRASA?
No toda la grasa que tenemos es la misma, ni se almacena igual y, por ende, no se deben seguir los mismos protocolos para deshacernos de ella. Por tanto, ¿cómo se encuentra la grasa en nuestro organismo?
- Grasa visceral: es aquel tejido graso que envuelve los órganos internos con el objetivo de protegerlos. Es una grasa difícil de disminuir y que está asociada a otras patologías. Cuando, especialmente los hombres, muestran esa barriga dura y alta, lo que tienen es una enorme acumulación de grasa visceral, relacionada con la diabetes tipo 2 y con riesgos coronarios.
- Grasa intramuscular: es aquella que se encuentra entre las fibras musculares.
- Grasa blanda o subcutánea: se encuentra debajo de la piel, no entre órganos, sino en la parte más externa de la misma. En las mujeres se suele acumular en caderas y en los hombres en barriga.
¿Y según su función?
- Grasa parda: es un tipo de grasa activa desde el punto de vista energético, es decir, se utiliza eficazmente. Sus depósitos van siendo cada vez menores con la edad.
- Grasa blanca: su única función es almacenarse para épocas de hambruna (de ahí las modas, en el ámbito del entrenamiento, del ayuno intermitente como estrategia para luchar contra este tipo de grasas).
Visto lo visto, ¿a que no es tan sencillo como ponerse a correr para quemar calorías? No te preocupes, en el siguiente artículo sobre las grasas veremos cómo podemos trabajar para desprendernos de ellas…. ¡En caso de que sea necesario!